miércoles, 17 de abril de 2013

Solange



Estrella del Norte

En un atardecer sereno, soñado
la ribera urbana sin diamantes de colores,
amotinaba gritos y silencios
dibujados sin pensamientos.
La luna atraída en la ventana onírica,
reclamaba, gritaba su mundo,
teñido de un anhelo inalcanzable.
Mi corazón latía en el sigilo andante,
infinito, en una noche atrapada
en un rascacielos de emociones.

Asomada en el espectro silbante
pude distinguir una estrella,
me encandilaba su resplandor, su brillo,
su luz atravesó las paredes musicales
del la virtud humana más pura.

Era una estrella que había venido del norte.
Esa misma noche pude ver como palpitaba, triunfaba
en el firmamento de la sinfonía mas dulce.
Una estrella de sensaciones extraordinarias!
Con su generosa gracia había iluminado
en el ocaso, aquellos entusiasmos sombríos
ejecutando, un sonido celestial glorioso.

Una estrella con luz propia, reflejo en sus ojos,
ardiente fulgor en la melancolía de su destello.
Esperando, anhelando que aquella noche mágica nunca terminara
los suspiros se escapaban, se detiene el latido,
ella había traído un pedazo de luna en su bolsillo.
Este astro de cristal que al cielo contentaba, admiraba,
elevando el sueño arrebatado mas conmovedor,
que vive en el agua.
 Esa misma noche pude verle,
conocer su luz, su gracia y su brillo.
Saber que su nombre era Solange,
aquella estrella que venía del norte.










                                                               Martin Bustos



La mezzo-soprano Solange Merdinian en su recital debut como solista, 21 de Diciembre de 2012.
Martin Bustos photographer.